El Covid-19 seguirá siendo un tema dominante, así como como la alta inflación y el ajuste monetario, pero tenemos confianza que podemos encontrar excelentes oportunidades en la deuda corporativa.
Estoy seguro de que todos están al menos ansiosos por saber qué nos deparará este año. Si bien todos tenemos nuestros objetivos personales para el ano, nuestro mundo está cambiando a un ritmo nunca visto. La digitalización es un tema clave hoy en día: comida y compra de todo tipo de artículos a domicilio, pagos electrónicos, Fintechs y otros negocios no tradicionales han adoptado fuertemente la innovación.
En nuestro mundo -el financiero-, también está cambiando rápidamente. Las fuentes de incertidumbres hoy vienen de muchos lados como tasas de interés, nuevas variantes de Covid-19, Tapering, inflación, crecimiento (en velocidad y forma), riesgos geopolítico y precios de commodities, por dar algunos ejemplos.
Una forma de acotar la ansiedad es disminuir las incertidumbres. Con ese propósito en mente intentaré abordar algunas de ellas.
Pasé tiempo analizando el comportamiento de la renta fija latinoamericana en cada período de aumentos de la tasa y me di cuenta de que la rentabilidad del activo ha sido siempre positiva, a pesar de importantes aumentos en el Tesoro de Estados Unidos. Solo por mencionar algunos ejemplos en los últimos 10 años, desde agosto del 2010 hasta marzo del 2011 vimos incrementos de 100 puntos base en la tasa americana, sin embargo, el índice de bonos latinoamericanos High Yield (alto rendimiento) tuvo un retorno de un 8.12% y esto se replica en los periodos desde julio del 2012 hasta diciembre del 2013, julio 2016 hasta diciembre del 2016, entre otros en donde a pesar de importantes incrementos en las tasas el índice ha rentado positivo.
Asimismo, hemos tenido la percepción de que América Latina tiene mayores tasas de incumplimiento debido a la volatilidad política, devaluaciones e informalidad. Sin embargo, tomando en consideración la realidad y lo que dice JP Morgan en su investigación “EM Corporate Default Monitor”, la región espera una de las tasas de incumplimiento más bajas de los últimos 10 años en un 1.5% en comparación un promedio de alrededor de 5% promedio.
Además, cuando analizamos las métricas crediticias post Covid-19, el apalancamiento se ha recuperado al mejor nivel visto en los últimos años. Los recientes reportes de resultados siguen mostrando el saludable estado financieros de las compañías en la región.
Por su parte, el índice de deuda latinoamericana de JPM (Cembi Latam), en los últimos 8 años, ha crecido 35%, alcanzando US$ 331 billones en capitalización de mercado. Como saben, la liquidez siempre es una pregunta difícil de responder, especialmente en nuestro mercado, donde es mayormente OTC. Sin embargo, según Market Axess-un de las plataformas de trading más grande, al 30 de septiembre 2021, la liquidez casi se ha triplicado.
No esperamos que el mercado tenga un viaje tranquilo durante el 2022. Creemos que el Covid-19 seguirá siendo un tema dominante, así como como la alta inflación y el ajuste monetario, pero tenemos confianza que podemos encontrar excelentes oportunidades ajustadas por riesgo en nuestro asset class. Lo peor parece haber quedado atrás.
Benjamín Rojas
Portfolio manager del fondo SICAV – Deuda Corporativa Latinoamericana de BTG Pactual.
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