Argentina: inflación anual podría llegar al 210%
Hace 2 años
Impacto electoral y reacción económica inmediata
Tras la victoria de Javier Milei en las PASO, la economía argentina —ya debilitada por una alta inflación y reservas netas negativas— sufrió una fuerte presión cambiaria. La expectativa de un cambio de rumbo económico impulsó una devaluación del peso y aceleró la inflación mensual, que podría superar el 12% en agosto.
El gobierno reaccionó con una devaluación formal del tipo de cambio oficial y un paquete de medidas como aumentos salariales y controles de precios. Sin embargo, esto incrementó el gasto fiscal, erosionando rápidamente el margen de maniobra recién obtenido con el desembolso del FMI.
Riesgos inflacionarios y fragilidad macroeconómica
La inflación interanual superó el 113% en julio y podría alcanzar el 210% a fin de año. El financiamiento monetario del déficit, la escasez de reservas, los acuerdos de precios y restricciones a las importaciones configuran un escenario típico de inflación reprimida y riesgo de espiralización.
Las condiciones actuales recuerdan a las hiperinflaciones de los años ochenta. El gobierno posterga ajustes estructurales por razones electorales, lo que agrava las distorsiones y anticipa un proceso de corrección mucho más costoso para la próxima administración.
El avance de Milei, dolarización y límites institucionales
Milei lidera las encuestas y podría incluso ganar en primera vuelta. Su propuesta de dolarización, que busca estabilizar la economía rápidamente y dificultar una reversión política, enfrenta múltiples obstáculos: falta de reservas, escasa representación en el Congreso y dudas constitucionales.
El proceso de dolarización, de concretarse, tomaría varios años e implicaría ajustes iniciales muy duros. Con poco tiempo entre la elección y la asunción presidencial, el nuevo gobierno enfrentará desafíos inmediatos como renegociar con el FMI y formar equipos sin una mayoría parlamentaria clara.