Navegando el cierre de 2025
En este BTG Webinar, analizamos las principales tendencias que marcarán el cierre del año: la evolución de la política monetaria, la resiliencia económica y el impacto de la disrupción tecnológica en los mercados. Además, revisamos cómo estos factores influyen en las valoraciones de renta variable, en el rol estratégico de la renta fija y en las oportunidades en crédito, divisas y mercados emergentes de cara a un 2026 más exigente.
Hace 2 meses
El año 2025 ha estado marcado por volatilidad en los titulares, pero con retornos sólidos en las principales clases de activos. Las acciones globales avanzan más de 20% en dólares, la renta fija internacional supera el 7% y los commodities —impulsados por oro y plata— suben sobre 13%. En este escenario, Latinoamérica destaca con fuerza: el IPSA acumula cerca de 41% en lo que va del año y se consolida como uno de los índices más relevantes entre los mercados emergentes. En paralelo, la renta fija local continúa cerrando brechas con la internacional y el peso chileno se aprecia alrededor de 5,9%, en un contexto de debilidad global del dólar.
A nivel internacional, el crecimiento en Estados Unidos sigue firme, el consumo se mantiene resiliente y las utilidades corporativas sorprenden al alza. La inflación continúa moderándose y la Reserva Federal ya inició un ciclo de recortes, pese a diferencias internas sobre su velocidad. Este movimiento favorece un entorno de tasas largas algo más bajas y un soporte adicional para activos de riesgo. En paralelo, el boom de inversión en inteligencia artificial está impulsando un capex histórico en data centers e infraestructura, beneficiando directamente a compañías como NVIDIA, AMD, Broadcom y otros proveedores esenciales en la cadena tecnológica.
En el mercado crediticio han surgido episodios puntuales de estrés, como First Brands o Tricolor, que han golpeado balances en segmentos específicos. Sin embargo, los indicadores agregados de default y recuperación se mantienen en niveles acotados. El desafío hoy no es sistémico, sino de valoración: el high yield opera con spreads apretados y exige más selectividad, mientras ciertos nichos investment grade y de deuda emergente ofrecen un balance más atractivo entre carry y riesgo.
En Chile, el escenario electoral se ha convertido en una variable clave para la trayectoria del IPSA, el tipo de cambio y las tasas. A partir del comportamiento histórico de las encuestas y su precisión en 2021, se asigna mayor probabilidad a una victoria de la derecha con un Congreso dividido. Bajo este escenario, se proyecta un upside moderado adicional para la bolsa, una apreciación del peso hacia 905–920 por dólar y un mercado de tasas sin ajustes extremos. Los escenarios más alejados —ya sea una mayoría amplia de derecha o un triunfo del oficialismo con Congreso fragmentado— muestran impactos más marcados en activos locales, aunque con probabilidades menores.