
“La inflación se acelerará en el corto plazo con niveles cercanos a 4% hacia mediados de año para luego desacelerarse”
Hace 5 años

La inflación de enero se ubicó por sobre lo esperado por el mercado. Según el INE, alimentos fue la división que más subió. ¿Qué explica esta alza en los alimentos?
Por lo general, enero es un mes que muestra alzas estacionales importantes en precios de alimentos y este año no fue la excepción. De hecho, el incremento fue algo superior al estacional típico, lo que se debe, en parte, a sorpresas en algunos componentes como limones que aumentaron 54%, papas (9%) y paltas (6.5%).
Transporte y vivienda y servicios básicos también mostraron importantes alzas. ¿Qué hay detrás de estos incrementos? Transporte se explica principalmente por dos elementos: alzas en precios de combustibles y autos nuevos. El primero obedece al incremento que han experimentado los precios internacionales de petróleo y gasolina. El segundo está asociado, en parte, al boom de consumo de bienes durables que hemos visto tras los sucesivos retiros de fondos de pensiones. En el caso de vivienda, el incremento está asociado al alza estacional en gasto común, el cual se asocia a aguinaldos y pagos de más días inhábiles de diciembre, y al incremento del gas licuado, que está en línea con el mayor precio de combustibles.
Para febrero y marzo, el mercado ya esperaba IPC altos. ¿Se reafirma esa tendencia? ¿Cuál es su expectativa para esos meses y el primer trimestre?
Esperamos que los altos registros inflacionarios se mantengan en febrero y marzo, los que deberían mostrar incrementos en el rango de 0.3% a 0.5%. Las consecuencias inflacionarias de los retiros de fondos de pensiones deberían seguir viéndose durante el primer trimestre del año, por lo que esperamos que los bienes durables continúen mostrando incrementos por sobre lo normal. A eso hay que añadir aumentos estacionales usuales que se ven en marzo, como por ejemplo educación. Con todo, la inflación del primer trimestre (comparada con el primer trimestre de 2020) estaría en torno a 3.2%.
¿Cuál es la perspectiva para el año? ¿Habrá mayores presiones de lo esperado por el Banco Central?
La dinámica inflacionaria reciente se ha mantenido dominada por los efectos de los retiros de los fondos de pensiones. Estos efectos son transitorios por naturaleza, por lo que esperamos que se disipen a partir del segundo trimestre. En adelante, las amplias holguras que mantiene la economía producto de la severa crisis que estamos atravesando deberían contener las presiones inflacionarias. Esto implica que la inflación se continuará acelerando en el corto plazo y por ello esperamos que llegue a niveles cercanos a 4% hacia mediados de año para luego desacelerarse y terminar el año con registros en torno a 3%.
¿El Banco Central debería hacer algún cambio en su mensaje de política monetaria?
No. El Banco Central anticipaba en el último Informe de Política Monetaria que la aprobación de un segundo retiro de fondos de pensiones tendría efectos inflacionarios de corto plazo, los que se disiparían a lo largo del año. Por otro lado, pese a la recuperación reciente, la economía sigue en una posición muy delicada que sugiere mantener el impulso monetario por un tiempo prolongado. Esto implica que la tasa de política monetaria debería mantenerse en 0.5% hasta que no veamos señales claras de una recuperación robusta, sobre todo en el mercado laboral. Por ello, esperamos que la discusión de una posible normalización recién se dé en el segundo trimestre de 2022.