
Oportunidades en un año de recuperación
Pese a los riesgos que siguen latentes, las carteras deben exponerse a algunos activos sobrecastigados para ganar en el ciclo de recuperación que vemos podría desarrollarse durante la primera mitad de este año.
Hace 5 años

Pese a la volatilidad que ha caracterizado este inicio de 2021, hay muchos factores que permiten anticipar que será un buen año para los mercados: el equilibrio de fuerzas en el parlamento de EE.UU., la implementación de la vacuna contra el covid-19, y los masivos planes de estímulo fiscal y monetario permiten anticipar un control de la pandemia y la consolidación de una recuperación, más allá de los altos y bajos que de seguro encontraremos en el camino hacia ello.
En este contexto, hay algunos activos que vemos con especial interés para este escenario. Sin ir más lejos, hay varios de ellos que se mantienen muy castigados y que aparecen como buenas oportunidades en este momento.
Uno es la renta residencial: se trata de un activo que ha sido cuestionado en el pasado y, la verdad, durante la crisis, se ha comportado muy bien. De hecho, la tasa de vacancia fue bastante baja en todo este período. Obviamente, están estas incertidumbres por el efecto de los retiros del 10%, pero creo que será un producto que va a tener su propia historia más adelante.
Respecto a los small caps, algunas de estas acciones también siguen bastante castigadas; si bien hemos tenido un rally importante que ha corrido desde fines del año pasado, se mantiene en niveles bastante bajos comparados con su propia historia. El único mensaje aquí es a asesorarse bien, dado que no es lo mismo analizar un small cap que una empresa más grande, pero ahí hay una oportunidad.
De todos modos, especialmente este año debemos estar alertas, dado que en la última década, los ciclos de retornos positivos han sido más cortos de lo que estábamos acostumbrados históricamente. Si tomamos el MSCI World (sólo para mencionar un activo profundo, conocido y con bastante track record), desde 1980 hasta la crisis subprime, en general los ciclos positivos duraban entre 5 a 7 años. Pero desde 2008 a la fecha hemos visto que estos períodos se han acortado bastante, a tan solo 2 o 3 años como máximo.
Teniendo esto en mente, cabe mencionar que algunos activos ya llevan dos años o más de muy buenos retornos, con lo cual es válida la cautela. Por supuesto, hay factores de peso que alimentan este ciclo positivo y que le pueden dar vida, incluso considerando ciertas amenazas, como los altos niveles de deuda en los países desarrollados, lo que los hace vulnerables ante alzas en las tasas de interés. No obstante, los costos del financiamiento están a niveles bajísimos y el nombramiento de Janet Yellen como Secretaria del Tesoro en EE.UU., luego de una gestión como presidenta de la Reserva Federal, en que condujo un largo período de expansión monetaria, da luz de lo que puede ser su gestión liderando las finanzas públicas de la mayor economía del mundo.
Por supuesto, la pandemia seguirá siendo el centro de todo, pero con la diferencia de que ya existe un proceso de vacunación en marcha que entrega herramientas muy importantes para su control. De hecho, Chile en particular, con todos los contratos de vacuna que tiene, y si no ocurre algo muy inesperado, debería tener un primer semestre con muy buena cobertura; la población más expuesta debería estar protegida rápidamente.
A nivel local, lo más preocupante es la recuperación del mercado laboral. Los retiros del 10% pueden haber creado un espejismo o un efecto placebo, que sin duda han permitido atenuar las implicancias de pasar de una tasa de desempleo del 7% al 13%, como se estuvo en el peak de la crisis (hoy estamos cerca del 11%). Sabemos que hubo más de 1,2 millones de personas que perdieron su trabajo y que solo 300 mil han vuelto a conseguirlo. Hay una diferencia de 900.000 personas que pueden estar enfrentando este período con el dinero rescatado de las AFP y el desenlace de esta situación es lo que genera incertidumbre. A esto, obviamente, se suma un proceso constituyente, del que es difícil aventurar mucho, pero que pone más dispersión a los escenarios posibles.